Entrevista a Paula Lenguita

Entrevista a Paula Lenguita

Organizado por el Ateneo de Científicxs Tucumanxs, tuvo lugar en la Residencia que la UNT tiene en Horco Molle el “Encuentro Federal de Cientificxs y Universitarixs, por una ciencia soberana e inclusiva”. Estuvieron presentes delegaciones de cinco provincias más la participación, vía internet, de otras diez agrupaciones que no pudieron enviar sus delegados. Paula Lenguita, de Científicos y Universitarios Autoconvocados (CyUA), representaba a Buenos Aires y fue entrevistada por SinMiga en una amable y extensa conversación a través de la cual nos expuso el estado de las negociaciones en relación a los afectados directos por la política de recortes de Cambiemos.

 

¿Por qué estás en Tucumán y cuál es la situación del sistema científico y tecnológico hoy, visto desde tu espacio de militancia?

Vine en representación de la organización Científicos y Universitarios Autoconvocados (CYUA) de Buenos Aires, un espacio político que surgió a partir de la preocupación que significaba el cambio de rumbo económico ante el triunfo electoral del actual gobierno nacional. A finales del anterior habíamos salido a las estaciones de tren para contar cómo se había desarrollado la ciencia en nuestro país, para contarles a los ciudadanos en qué consistían nuestras ocupaciones, cómo investigábamos etc. y quizás, sin saberlo, estábamos dando un salto importante en la calidad organizativa de nuestro sector porque desde ese momento el sistema científico ocupó un lugar entre las demandas sociales y quienes lo representamos pasamos a ocupar un lugar como actores políticos preponderantes del panorama productivo del país.

Otro desafío fue el hecho de combinar los distintos aspectos de nuestro quehacer porque muchos de nosotros investigamos, pero también somos docentes; de tal manera que dimos otro paso al combinar los distintos lenguajes del mundo de la ciencia, los distintos lenguajes de nuestras disciplinas. Algo parecido está hoy sucediendo en este encuentro en Tucumán porque aquí se ve también cómo se combinan las distintas miradas sobre los mismos problemas y surge la pregunta sobre esos lenguajes distintos para establecer un diálogo y para acortar nuestras diferencias.

Por eso creo que, en este año y medio de vida hemos crecido en distintos sentidos porque vivimos un proceso de crecimiento político notable en el sector científico. Hemos logrado construir un discurso político común, hemos podido hacer convivir diferencias históricas del sistema científico ya que estamos hablando de mundos que, en general, no se tocaban. En ese sentido, nos permimos un principio de “unidad” en la construcción colectiva tema que, sin dudas, me lleva a hablar de los últimos acontecimientos en la mesa de seguimiento constituida a partir de la toma del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, en diciembre del año pasado. Pero antes, creo que hay que discutir el concepto de “autoconvocados” con el que nos organizamos a finales del año 2015. Lo pienso no solamente porque pasó más de un año y medio de gestión del macrismo, sino porque éste ya no sólo muestra su cara neoliberal usando su legitimidad electoral con pretensiones represivas. Dicho de otra manera, la actual gestión del gobierno nacional muestra su falta de institucionalidad en algunas circunstancias por eso es preciso volver a caracterizar al macrismo, ya no sólo por su política de ajuste económico en el sector público, sino en términos de su política institucional de conjunto. De alguna manera, tenemos que observar las medidas adoptadas en el poder por esta derecha a fin de poder comprender cuáles son sus lineamientos políticos, medidas que ya comienzan a manifestarse a raíz de esta nueva contienda electoral hoy en curso. Por lo tanto, el principio de “autoconvocados” no alcanza. Aun cuando nos cueste ponernos de acuerdo sobre la caracterización del actual régimen de gobierno con sus distintos registros y circunstancias, tenemos que pensar en organizaciones más estables y por eso la apuesta al Frente Federal de Ciencia y Universidad como movimiento político significativo que busca anticipar una agenda programática. Es preciso construir este frente federal con todos aquellos que tenemos experiencias similares y para ello, en estos días en Tucumán, tenemos que darnos un tiempo de debate político que permita la definición de objetivos comunes. Sólo así estaremos en condiciones de ver cuáles son las dificultades para consolidar una integración federal de todas las organizaciones sectoriales creadas durante este año y medio; experiencia que nos permitirá ir avanzando en líneas programáticas más sólidas para concretar la presentación pública de nuestro frente en noviembre próximo.

 

¿Cómo ha sido la experiencia a partir de las tomas del MINCyT, la mesa multisectorial y los reclamos por el recorte?

Como señalé, luego de la irrupción del movimiento de científicos, se dieron dos momentos en la lucha por la defensa del sistema científico. En primer lugar, la consagración de ese movimiento en todo el país hizo posible la adopción de una medida de fuerza a finales del año pasado que consistió en la toma del edificio del Ministerio de Ciencia y otros similares en distintas provincias. Se llega a esa medida para defender la situación laboral de un conjunto importante de investigadores, luego de un debate sobre el presupuesto al sector, asignado en 2016. En efecto, frente a la ley presupuestaria anterior, en una manifestación llevada a cabo el 27 de octubre frente al Congreso de la Nación, hace aproximadamente un año generamos una protesta que fue un segundo hito en el desarrollo de este movimiento de científicos. En aquella oportunidad participaron unánimemente ambos gremios confederales docentes, la Asociación de Trabajadores del Estado, y otras organizaciones sectoriales (Jóvenes Científicos Precarizados, los miembros de Ciencia y Técnica Argentina y nosotros, los Científicos y Universitarios Autoconvocados de Buenos Aires). Estas medidas de fuerza permitieron la reducción del ajuste sectorial, además de la permanencia de una serie de garantías en los parámetros contractuales de los investigadores en el país. Sin embargo, el ajuste se impuso en diciembre a pesar de nuestra intervención de octubre y se puso de manifiesto en la reducción del número de ingresantes a la carrera de investigador del CONICET que se había incrementado a partir del ritmo de crecimiento a partir del Plan Argentina Innovadora 2020, un proyecto político del anterior gobierno. Sobre finales del año pasado, los becarios que se postularon para el ingreso a carrera no solamente habían concursado ganando su ingreso y obteniendo así su puesto de trabajo. Dichos concursos se iniciaron en un sistema de ingresos anterior al ajuste presupuestario, por lo tanto al negárseles la incorporación se han violentado sus garantías laborales de manera clara. No les pueden cambiar las condiciones de ingreso en el proceso de desarrollo del concurso. El gobierno tenía que garantizar el ingreso de alrededor de 950 científicos pero esto no fue lo que sucedió. En respuesta generamos una gran movilización, esta vez con una medida de fuerza que fue la toma del Ministerio de Ciencia Nacional, a finales de aquél mes de diciembre, que duró cinco días y que , como ya comenté, fue acompañada por otras tomas de edificios provinciales del organismo científico. Había que detener esa avanzada del ajuste en ciencia pues, aun cuando supimos actuar en plena definición presupuestaria, el gobierno nacional ratificó su política de ajuste sectorial con la restricción de ingresos a carrera a finales del año pasado.

La salida a dicha confrontación fue una salida negociada. Después de cuatro días de ocupación pacífica, con el Ministro Lino Barañao en persona, se redactó un acta acuerdo sobre la situación laboral de los 500 compañeros quienes, aun habiendo obtenido por concurso su ingreso a la carrera, fueron despojados de ese derecho. El acuerdo se establecía la garantía de continuidad laboral de esos ingresantes como investigadores en el CONICET o en cualquier otro organismo público, bajo las mismas condiciones de contratación que garantiza la Carrera de Investigador del CONICET.

 

Dentro de las agrupaciones que mencionaste, CyUA sería Científicos y “Universitarios” Autoconvocados ¿Cuál es la participación de los universitarios que no tienen un rol dentro del CONICET?

En la organización, nosotros tenemos compañeros que son exclusivamente docentes universitarios, es decir que no son investigadores rentados del CONICET porque nuestro fundamento en ningún momento era que nosotros lucháramos de manera exclusiva sólo por los 500 o por los 20.000 trabajadores de CONICET. Luchamos por los 75.000 investigadores que son docentes, independientemente que sean empleados o no del CONICET. Por eso decimos llamarnos “científicos y universitarios” (autoconvocados).

 


Paula Andrea Lenguita
Socióloga, Magister en Investigación Social y Doctora en Ciencias Sociales en la UBA. Realizó su formación postdoctoral en el Instituto de Filosofía y Ciencias Sociales de Universidad Federal de Río de Janeiro. Es investigadora independiente en CONICET y Coordinadora del Programa de Estudios Críticos sobre Movimiento Obrero (PECMO) del CEIL. Además, es docente de postgrado en la UBA y la UNLP. Actualmente estudia la problemática de la memoria obrera y la militancia gremial en la segunda mitad de los años sesenta y primera mitad de los años setenta, desde una perspectiva internacional.