TIEMPO LÍMITE

TIEMPO LÍMITE

Ya está latiendo el eco febril de la asonada.
La gravedad del pulso va invitando presencias.
Es una suma, en almas, de estridente cortejo
que vuela por un estío de fruta madurada.
Acaso, los convoca una tristeza en andas
que cargan como sueños diluidos de esperas
Y les ha doblegado el gusto de exigencia y de luchas
por un discurso en falsos y ofrendas de quimeras.
Hay una historia impía curvando las columnas,
un cerrojo de salmos con ofertas de cielo.
Toda postura acude tan cabizbajamente
que el sitial en dolores desconoce el consuelo.
Tal vez, aun descubran la propiedad del grito
y vean su propio brazo enmastilando el alto.
Quizás, sientan erguirse, por sus tripas y huesos
el clamor reemplazante de todo campanario.
Para verse a sí mismos precisaron la muerte
y la aguda sentencia dictada por el hambre.
Ahora, asisten al duelo de un cruel aprendizaje
donde, a las peticiones, las revuelve el desprecio,
la postura indolente de una arrogante casta.
Van mostrándose en pocos pero, en pocos se agrandan
Un murmullo difunde la gesta milagrosa
que está lamiendo heridas en calles y en las plazas.
Pareciera un regresante sentir de pertenencias.
Identidad sin nombre de andar, hombro con hombro,
en ese espacio suyo que, palmo a palmo, ganan.
Si, buscando, redescubren la validez del muchos
habrán de oír, en cánticos, consignas entonadas
y sentirán adentro que está regurgitando
esa idea de límite dispuesto en barricadas.
No hay quien lidere el paso de un andar descarriado.
Se siguen a sí mismos, buscan sus propias huellas,
alborotan sapiencias de tiempos que han pasado.
Cuando sean muchedumbre, horquetarán el fuego
y parirán, entre escombros, los hijos encontrados.
Si alguno reflotara la impaciencia del mito,
acaso, la divise entreverada por tinieblas del humo,
de cabellera ondeante, vibrando una bandera,
luciendo un gorro frigio, añosa y desgastada.
No habrá tiempo, siquiera, de preguntar por ella
bajo el profundo estruendo  de la última batalla.
Alguien pronunciará la frase como patria sentencia:
La libertad se vive, se ejerce… o se la gana!

Italo Barrionuevo, a solo 15 días del arribo del 18. Está calentito el clima.


imagen: Antonio BERNI. “Manifestación” Temple sobre arpillera. 1,82 x 2,84 m. 1934.  (Fuente: https://tuitearte.es/2013/05/05/antonio-berni-manifestacion/).