Agustina Santos

Soy María Agustina Santos, tengo 25 años y soy la tercera de 5 hermanos. Soy Técnica Agropecuaria y actualmente estudio Agronomía y Medicina en la Universidad Nacional de Tucumán. Y soy Peronista, es por eso que milito en la agrupación La Néstor Kirchner y formo parte de la Juventud Peronista.

Me gustan la política, los libros, el fútbol, el dulce de leche y mi familia.

Comencé a interesarme en la política en el año 2010, cuando ingresé a la Universidad, ya que fue la primera vez que tuve contacto con militantes de distintos espacios políticos y siempre tenía dudas. Ahí empecé a leer y formarme para poder debatir, ya que considero que es muy importante estar preparados. Mi papá influyó mucho en mi formación política, porque siempre me transmitió sus ideas, convicciones y valores, al igual que a mis hermanos. Mi papá formó parte de la gloriosa Juventud Peronista de los ‘70, de lo cual me siento muy orgullosa. También gracias a él aprendí mucho sobre nuestra última dictadura cívico-militar y es por eso que siempre me pongo la camiseta y levanto la bandera de los Derechos Humanos, ya que no quiero que esa época vuelva ni que el Estado avasalle nuestros derechos. Considero que todavía quedan muchas familias que tienen esa herida tan profunda por sanar, la que dejó esa parte terrorífica de nuestra historia.

Yo tuve mi infancia en los ’90 y vi como mi mamá trabajaba mañana y tarde, porque hacía horas extras; a causa de ello volvía cansada a casa, nos cocinaba y nos acostaba a dormir. Todos los días ésa era la rutina, salvo los fines de semana, en que pasábamos tiempo juntos. Vi también como mi papá entraba en depresión y se volvía alcohólico, porque el Gobierno de Menem lo había jubilado con sólo 42 años y se sentía inútil, hasta que pudo retomar su profesión, trabajando de manera particular. En ese momento no lo entendía, ahora lo entiendo y no quiero que ningún niño o niña vuelva a vivir lo que yo viví, ni sienta lo que yo sentí. Es por eso que milito, porque creo en una construcción colectiva con inclusión social, independencia economía y soberanía política. Creo que las transformaciones más importantes se dan desde la política y a eso lo aprendí de Néstor y Cristina Kirchner.

Nunca había militado activamente en ningún espacio, siempre ayudaba y acompañaba; pero luego de la derrota del FPV en las elecciones presidenciales de 2015, me involucré más en la militancia y junto a un grupo de compañeros que recién conocía armamos la agrupación La Néstor Kirchner en Tucumán. Desde ahí que vengo construyendo dentro del espacio y hacia afuera; me interesa mucho el contacto con los trabajadores, los jubilados y los niños, porque aprendo del diálogo con ellos y de sus experiencias de vida; por ello es que siempre estoy presente en las actividades que llevamos adelante, como ser la Olla Popular, Clases de Apoyo, Reparación Histórica a Jubilados, festejos como el Día del Niño y demás eventos que surjan.

Desde hace unos meses también vengo participando en distintas mesas de Género que se forman en la provincia e instruyéndome, porque siento que lo que estamos viviendo las mujeres es terrorífico y quiero que eso cambie: nos están matando de a una cada 18 hs y el Estado es indiferente. Yo siento muchas veces que por el solo hecho de ser mujer, no me escuchan, y eso no me gusta, quiero poder expresarme tranquilamente. Pero de a poco eso va modificándose; confío en que las generaciones futuras van a ser mucho menos machistas y que el sistema patriarcal va a caer. Por esta razón, con un grupo de compañeras armamos la Rama Femenina de La Néstor Kirchner, ya que nosotras sabemos que desde ahí podremos darle otro enfoque a las cuestiones de género, formarnos (para transmitir nuestros conocimientos a nuestros compañeros y a la sociedad en general) y reivindicar la lucha de las mujeres.

Por estas cuestiones, que para mí son muy importantes, es que estoy dispuesta a dejar la vida en la militancia, siempre doy y daré lo mejor de mí para construir la Patria que quiero para mí y todos mis compatriotas.

Militar fue lo mejor que me pudo pasar y es algo de lo que no me arrepiento, ya que conocí personas muy valiosas de las cuales aprendo todos los días y cada uno, con su historia y su visión, me ayudan a ser mejor en lo que hago.

Gracias a mis compañeras y compañeros por tanto, espero nunca defraudarlxs.