Carta de una mujer a otras, a todas.

Carta de una mujer a otras, a todas.

Carta de una mujer a otras, a todas.

por Natalia Zanotta

 

Queridas mujeres: No escribo esta carta desde la victimización o el drama, intento escribir desde los hechos, desde lo real, desde lo que aún es invisible para muchas y muchos. La historia y la vida han sido injustas con nosotras. Nos expulsaron, olvidaron y condenaron. Por ese y otros motivos, las mujeres escribimos, actuamos, pintamos, descubrimos átomos, hacemos arte, bordamos, cocinamos, presidimos asambleas, provincias y hasta algunos países. Parimos o no parimos (esta es una lucha que no abandonaremos, la de poder elegir o no, parir una hija o un hijo), estudiamos, trabajamos. Amamos con el alma y a veces sin ella. Tenemos sexo y gritamos, porque casi nunca nos oyen. Todo esto lo hacemos tropezando, empujando cuesta arriba, como Sísifo y su piedra, abriéndonos paso casi en una extrema soledad, porque el sistema y el mundo siguen siendo patriarcales. Hasta Eva, la primera mujer que nos impone ¨la historia”, cayó sentenciada y responsable de pestes y pandemias, solo por atreverse al amor. A desobedecer lo impuesto, lo establecido.

Geli GONZÁLEZ, Casi silencio. Fragmento de instalación. Dibujo transferido a pared. 0,05m x 0,02m (aprox.) 1999-2006

No somos una amenaza. No mordemos (salvo en ocasiones consensuadas, conocemos esa palabra y es casi nuestra única ley, alguna me dará la razón).No violamos. No obligamos, no medimos nuestra fuerza a golpes. Es cierto que no somos todas iguales, algunas entendimos a tiempo que la palabra “puta” había que desterrarla para siempre del vocabulario, como ofensa e insulto. No somos mejores. No somos peores. Somos. Lloramos. Si, lloramos y a veces reímos. Ambas acciones fueron subestimadas y adjudicadas exclusiva y peyorativamente a nosotras. Fuimos quemadas vivas en las hogueras. Apaleadas por mirar, por sentir, por querer. Privadas de estudiar, aprender y educarnos. Confinadas hasta el destierro por desear lo que solo era permitido a los hombres. Durante años nos hicieron creer que nos faltaba algo. Que éramos incompletas, sin fuerza, sin voz, sin poder de decisión. No es cierto, es una mentira más. Lo único que nos falta, son derechos. Juntas hemos logrado cosas increíbles. Pero este camino de lucha no termina nunca y no terminará hasta que estemos todas de nuestro propio lado. Estamos transitándolo permanentemente. Amamos a hombres y a mujeres. Amamos. A veces también odiamos, y no nos enorgullece, pero es la única opción que nos dejan cuando nos siguen matando.

Quizá algún día te des cuenta que somos muchas, que somos más, y te convenzas de a poco que existen los 8 de Marzo, porque un día nos siguieron matando, por pedir, lo que nunca dejaremos de reclamar. Derechos. Igualdad. Justicia. Una ardua tarea que aún puede ser reversible. Gracias Mujeres, Muchas gracias por existir.

 


Natalia Zanotta
Poeta y dramaturga. Ha publicado numerosos poemarios como “Urgencias” (2013), que le valió la invitación al ciclo “Casa Tomada”, en “Casa de las Américas” (Cuba) o “Dicen que fue por amor”, (2015 y 2018) así como la obra de teatro “La Duda” (2015).

Imagen de tapa: Geli GONZÁLEZ, Casi silencio. Fragmento de instalación. Dibujo transferido a pared. 0,02m x 0,05m. 1999-2006.