Carta a amig@s que votaron a Milei
Existen varios tipos de votantes de Milei. La gente del común que, alimentada por el inmanejable fenómeno de las redes sociales compró tres significantes vacíos que condensaban su odio: motosierra, dolarización y casta; otro, que ciegamente obedeció el mandato de apoyar a su coalición la cual, luego de ser adversaria, ahora armaba alianzas con su enemigo; y un tercero, apolítico distraído, que desea que el mundo se parezca al confortable tupper en el que siempre habitaron y aún habitan. Bajo el formato de una carta, con menos o más matices, nuestra colaboradora, Elisabeth Fernández, se dirige puntualmente a uno de ellos (que quizás sean los tres) luego de que se justificaran llegando el límite de la comparación con la última dictadura cívico-militar.
Carta a amig@s que votaron a Milei
por Elisabeth Fernández
En el mundo del capitalismo financiero,
no sólo la perversión dejó de ser subversiva,
sino que la subversión misma pasó a ser lucrativa.
Slavoj Žižek
Quiero contarles que entiendo y celebro las diferencias, pero nunca las que ponen en entredicho la democracia y menos aun cuando entrañan la reivindicación de una dictadura. Esta última justificación de sus votos a Milei me produjo una perplejidad tal que me hizo prácticamente huir aquella noche en la que conversamos por un momento. Sentí que no los conocía, que no los había conocido nunca ya que aquellos recuerdos familiares de los momentos que compartimos en tanto padres de hij@s que llegaron a ser grandes amig@s, bruscamente habían cambiado su sentido. No he dejado de pensar en aquello de que “había menos pobres cuando éramos jóvenes y estudiábamos en la universidad”. Me sorprendió no sólo la inadvertencia de que también éramos la mitad de la población actual, sino de que en Tucumán, su gobernador, Antonio Domingo Bussi, escondía a los pobres detrás de muros o los abandonaba a su suerte en el desierto catamarqueño. Ello sin contar que durante aquellos años universitarios, en el Pozo de Vargas se arrojaban cuerpos de ciudadanos secuestrados, lo cual niega la vicepresidenta que integra la fórmula que Uds. apoyaron. Todo un statement.
Quiero contarles que en el mundo contemporáneo, derechas radicales avanzan a paso firme combinando un impiadoso neoliberalismo con posiciones anti-Estado, homofobia, aporofobia, negacionismo, “terraplanismo” y misoginia, al tiempo que niegan los cuerpos, las memorias, los nuevos géneros, las migraciones y las culturas alternativas. Sin dudas, el presente es sombrío. Las izquierdas han sido incapaces de proponer nuevas utopías y hoy son las derechas las que agitan discursos contra el sistema. Algunos de sus representantes más insignes se acercaron a la CABA para legitimar con su presencia la asunción de Milei y Villarruel a la conducción del país, mas no al poder real pues, como se sabe, en los duros tiempos que corren, éste se halla por fuera de los gobiernos “democráticamente” elegidos. Así, aunque de Milei se trate, la construcción de contrahegemonías resulta muy compleja ya que, como la infiltración a La Libertad Avanza por parte del empresario Mauricio Macri lo demuestra, también le costará enfrentar a los poderes “líquidos” que esconden los rostros de aquellos que los detentan.
Quiero contarles que el mundo de la reivindicación del “esfuerzo personal” como única propuesta para la movilidad social ascendente, coloca la economía de mercado por sobre cualquier aspecto de la vida al punto de que ésta modela la vocación de las ya debilitadas democracias. La gravedad de este fenómeno se constata en el hecho de que, en tanto especie gregaria, el ser humano precisa de su correspondiente concepción de lo político para pensarse a sí mismo, y así, la idea que desarrollamos de “lo humano” es consecuencia de las políticas que se ponen en juego. Por lo tanto, en un movimiento global que terminará por colonizar la vida misma, se impondrá cada vez más profundamente sobre la subjetividad de los ciudadanos la especulación financiera propia del capitalismo globalizado al que adhiere “Toto” Caputo, el Ministro “endeudador serial” (sic) del presidente que votaron. Por eso durante su campaña, Milei tomaba como lícito la venta de órganos y de niñ@s o la portación libre de armas, desconociendo asimismo la crisis climática, proponiendo privatizar la naturaleza, subsumiendo las políticas públicas a las lógicas empresariales corporativas y considerando la justicia social como algo aberrante. En efecto, la hipervaloración de la economía como único norte de las prácticas políticas sólo puede desnaturalizar la dimensión humanista de la vida sobre la tierra.
Quiero contarles que despertar de un aturdimiento apolítico de muchos años, no necesariamente implica hacerlo bajo la forma de una revuelta populista de derechas que, lejos de resolver la pobreza que repentinamente les conmueve, la profundizará inexorablemente. En lugar de combatirla con medidas inclusivas, el gobierno promueve la violencia a fin de controlarla y someterla tal como lo registra el mantenimiento del Ministerio de Seguridad, al tiempo que Educación se ha convertido en mera secretaría.
Quiero contarles que aquella realidad en apariencia consensuada y cristalina, desprovista de conflictos y de opacidades y con menor cantidad de pobres de los años de la última dictadura que Uds. añoran, no tuvo ni tendrá lugar. Por el contrario, en el altar del mercado al que nos conducirán las políticas de Milei, nuestros derechos y los de la naturaleza se ofrecerán enlatados para ser consumidos como mera mercancía bajo la lógica de la renta-beneficio.
Para finalizar, quiero decirles que necesitaremos revisar un imaginario emancipador que incluya a las clases populares que tanto les preocupa y para las que las economías libertarias no reservan ningún lugar. Éstas ya han demostrado fracasar como es el ejemplo del reciente y resonado caso de Liz Truss, antecedente de las ideas de Milei en Inglaterra, y cuyo ministerio duró menos de 45 días. Cuando estén decididos a sumarse a este desafío, como a muchos y no sólo yo, estaremos esperándolos para caminar junt@s.
Imagen de tapa: Ángeles RODRÍGUEZ, Represión policial. Esculturas. Arcilla roja. 25cm ⌀. 2011