ARGENTINA BAJO EL PREDOMINIO FINANCIERO Y PROTECTORADO ESTADOUNIDENSE

La política arancelaria de Donald Trump golpea la economía global y amenaza con reducir drásticamente las compras de Estados Unidos, impactando de lleno en las exportaciones de Argentina y profundizando la caída de los precios de las materias primas. En este contexto, bajo la influencia de los intereses financieros estadounidenses, nuestro país se endeuda cada vez más con el FMI, mientras que la devaluación de la moneda local y el aumento de la deuda pública generan preocupación por una posible recesión y el consecuente deterioro del poder adquisitivo. Ante esta dura realidad, Sin Miga comparte un texto de Horacio Rovelli, quien analiza las complejas dinámicas del poder financiero y la subordinación económica de Argentina en un turbulento escenario internacional.
ARGENTINA BAJO EL PREDOMINIO FINANCIERO Y PROTECTORADO ESTADOUNIDENSE
por Horacio Rovelli
De una forma torpe y sin escrúpulos, Donald Trump impone un vínculo de sumisión de EE.UU. sobre las demás naciones. En efecto, en forma unilateral y arbitraria, su política arancelaria lo corrobora: primero presiona, luego mide el impacto y entonces, a aquellos 75 países que, según informó la Casa Blanca pidieron rever la tasa de importación impuesta el día 2 de abril 2025, les reduce los nuevos aranceles en forma temporal[1] . A la mayoría de ellos, entre los que se encuentra nuestro país, les fija una tasa del 10%[2], pero, desde el 3 de abril, aumentó el arancel a las importaciones de la República Popular China al 125%, partiendo desde el 104% vigente, escalando aún más la confrontación entre las dos mayores economías del mundo. Sin embargo, siguen vigentes los aranceles específicos establecidos con anterioridad al 2 de abril, como es el caso de las importaciones a los automóviles y sus autopartes, del acero y del aluminio[3].

En este marco de impacto para la economía mundial, en el que EE.UU., que en 2024 importó mercaderías por 3.295,6 mil millones de dólares (unas 6,5 veces el PIB de la Argentina)[4], es de prever que en 2025 reduzca drásticamente su nivel de compra. En consecuencia, todos aquellos productos importados que los estadounidenses consumían, seguramente serán redestinados a otros países, entre ellos los de América Latina. Así, debido a la política de menor compra de EE.UU., que incluso amenaza con dejar de comprar carne de Argentina, se dejan de lado las exportaciones de nuestro país, que también se perjudica por verse obligado a una mayor competencia entre otras naciones a fin de poder vender su producción. Ciertamente, el año pasado, por 1.992 millones de dólares, nuestro principal producto exportado a los EE.UU. fue el aceite crudo de petróleo, seguido por naftas, por 211 millones de dólares. En materia de alimentos, se destacan las ventas de carne bovina, por 194 millones de dólares; porotos y aceite de soja, por 163 millones de dólares; miel, por 125 millones de dólares; azúcar, por 99 millones de dólares y limones por 64 millones de dólares. También exportamos sangre, antisueros, toxinas y cultivos, vinos y vinos espumantes, aceite de oliva puro, litio, transformadores eléctricos, laminado de acero, y aluminio, arándanos, etc., conformando un total de 6.454 millones de dólares[5].
En el marco de una economía mundial recesiva y al limitar sus compras al exterior EE.UU. provocará un dramático cambio en el mapa del comercio internacional. Así, las restricciones a la República Popular China, que le provee de insumos industriales provocarán un “parate” y/o un drástico aumento de los costos. De allí las grandes manifestaciones de estadounidenses en contra de la política de Trump porque ésta generará un efecto multiplicador de la caída de la producción, de la desocupación y de la pobreza, de tal suerte que los conflictos internos serán cada vez más frecuentes. Con la población en la calle manifestando su oposición, se torna imprevisible su desenlace en el que observaremos diferentes niveles de violencia. Sin embargo, el nivel de vida de la población no preocupa al capital financiero, cuya prioridad es garantizar good business, para el cual necesita disminuir tanto el déficit comercial (sobre todo con China), como el déficit fiscal.
En lo inmediato, la suba arancelaria de los EE.UU. y la consecuente recesión esperada, genera una profundización de la fuerte caída en el precio de los commodities[6] que, por ejemplo, se refleja en el precio de la soja, el cual, a comienzos de abril 2025 es de 358 dólares la tonelada, cuando a fines año 2022 era de 650 dólares, y a fines de 2024, de 371 dólares. Igualmente sucede con el petróleo Brent[7] cuyo precio promedio fue de 90 dólares el barril de 161 litros en 2024, y en abril 2025 de 64,86 dólares. Como puede deducirse, esto significa menores ingresos de divisas para los países exportadores, entre los que se encuentra Argentina.
La subordinación argentina
En el mes de abril y hasta el día 10 inclusive, el Banco Central de la República Argentina vendió 428 millones de dólares de las reservas internacionales, y ya desde el 10 de marzo había perdido reservas por 3.378 millones de dólares. En efecto, las reservas brutas en esa moneda sumaban 28.090 millones, y al 10 de abril se redujeron a 24.712 millones.
A su vez, el riesgo país medido por el JP Morgan, que había medido 660 puntos en enero 2025, llegó a orillar los 1.000 puntos a comienzos de la semana del lunes 7 y, cerró a 889 puntos el 10 de abril 2025.
Tanto en los mercados de capitales del país como del exterior, los títulos públicos y las acciones de las empresas locales, que habían derrapado fuertemente desde fines de marzo, se recuperaron luego de que, el miércoles 9 de abril, el FMI diera a conocer la aprobación técnica de un nuevo crédito al gobierno argentino, pero volvieron a descender el jueves 10, a partir de la fuerte toma de ganancias impulsadas por el anuncio de Donald Trump acerca la suspensión de aranceles. En efecto, los mercados de EE.UU. se desplomaron, afectando nuevamente a los activos argentinos. Como lo demuestra el cuadro siguiente, lo mismo sucedió con el precio de los distintos dólares alternativos.
TIPO DE CAMBIO VENDEDOR |
2023 |
2025 |
||||||
Año 2023/2025 |
7-dic |
29-dic | 28-feb | 31-mar | 9-abr | b/a | 11-abr |
c/a |
DÓLAR OFICIAL |
400 |
847 | 1.094 | 1.104 | 1.105 | 1,01% | 1.108 |
1,28% |
DÓLAR MAYORISTA |
800 |
808 | 1.065 | 1.075 | 1.077 | 1,03% | 1.078 |
1,22% |
DÓLAR BLUE |
930 | 1.025 | 1.230 | 1.325 | 1.355 | 10,20% | 1.365 |
10,98% |
DÓLAR CCL |
917 |
974 | 1.220 | 1.320 | 1.342 | 10,00% | 1.339 |
9,75% |
DÓLAR MEP |
920 |
995 | 1.228 | 1.314 | 1.342 | 9,30% | 1.334 |
8,63% |
Así, el precio del dólar futuro con cierre a fin de abril subió 5,8%, mientras que el de mayo aumentará un 4,3% más. Estas cotizaciones implican tasas nominales anuales implícitas superiores al 190% y 105% respectivamente, porcentajes que superan ampliamente la tasa del 1% de ajuste cambiario del crawling peg oficial, y del 29 -30% nominal anual que pagan los bancos comerciales por depósitos a plazo fijo.
La protección de Estados Unidos
A marzo de 2025, la deuda de Argentina con el Fondo Monetario Internacional era de 41.052 millones de dólares. Este monto equivale a 31.100 millones de DEG (Derechos Especiales de Giro) y es el mayor deudor del organismo. La intervención del multimillonario gerente de fondos de cobertura, Scott Bessent, Secretario del Tesoro de Estados Unidos, y en ese carácter gobernador de Estados Unidos ante el FMI[8], destrabó el acuerdo técnico posibilitando la ampliación del crédito. En primer lugar eso significa, un aumento de la deuda cuyos intereses ya no se podrían pagar, ya que, si no se capitalizaran, representarían casi la mitad del gasto mensual de la Administración Nacional. En nuestro país, esto significa que la deuda pública devenga intereses mensuales por casi 5 billones de pesos, y el gasto por mes, en salud, educación, justicia, seguridad, fuerzas armadas, previsión y asistencia social, obra pública, etc. es de 10 billones.
Scott Bessent[9], es un claro representante del capital financiero de su país y por lo tanto tiene sumo interés en que el gobierno de Milei continue endeudándose pues, ante la imposibilidad de cumplir con los pagos, podrá convertir los títulos de deuda argentinos en petróleo, gas, oro, plata, cobre, litio, minerales raros, agua pesada, agua potable, etc. En ese marco es claro que EE.UU., a través del FMI, buscará endeudarnos todo lo que pueda.

Al 28 de febrero 2025, la administración de La Libertad Avanza (LLA) incrementó la deuda en 100.476 millones de dólares, y siendo el mayor endeudamiento con el FMI que, al decir del ministro Luis Caputo, implica un ingreso de dólares billetes por 12.000 millones el martes 15, que incluso serían otros 2.000 millones de dólares más en junio 2025. También se habría acordado con el Banco Mundial y con el BID que le presten a la Argentina 3. 600 millones de dólares más. Todo ello permite financiar los pagos de la misma dando oxígeno a un gobierno funcional a la política exterior de los EE.UU. Entonces, si consideramos que la definición de Estado Protector es que el Estado que es “protegido” por otro, si bien mantiene su gobierno interno, cede el control de sus asuntos externos al protector, en el caso de Argentina, la “protección” sería completa, dado que el capital financiero condicionará todas y cada una de las decisiones del gobierno local.
La devaluación implícita de la banda de flotación con un techo de $ 1.400.- por dólar y con incremento mensual del 1% de la misma se hace, cuando abril-mayo-junio se liquida la cosecha gruesa y, el precio del dólar resultante va a ser por encima del mix del dólar blend (que se elimina desde el lunes 14 de abril 2025) que es un dólar de menos de $ 1200.- ,por ende pueden contar con dólares que ingresen hasta junio Y el BCRA interviene si se sobrepasa el techo de $ 1.400 en abril y luego ajustado al 1% mensual.
Ciertamente, a través del endeudamiento, el capital financiero genera el mecanismo de dominación y de apropiación de los recursos naturales de un país, en este caso, el nuestro. Como dijera John Adams, Presidente de Estados Unidos entre 1796 y 1800: “Hay dos formas de conquistar y esclavizar a una nación, una es con la espada, la otra es con la deuda”.
Curiosamente, también lo hace en su propio país y con el pueblo de los EE.UU., en donde la deuda pública asciende a 35,3 billones de dólares y su PIB fue en el año 2024 de 29,1 billones. Pese a que la tasa de interés es mucho menor, el pago anual es equivalente a casi la mitad del PIB argentino, eso hizo que el 19 de enero de 2023, EE.UU. alcanzara su techo de deuda de 31,4 billones de dólares, debiendo recurrir a enmiendas inmediato posteriores a la Guerra de Secesión para poder cumplir con su pago[10].
Volviendo a Argentina, aunque se adopte un sistema cambiario de banda de flotación u otro, lo cierto es que se terminó el crawling peg de tasa fijada por la dupla conformada por el Ministro de Economía Luis “Toto” Caputo y el Presidente del Banco Central, Santiago Bausili, así como también es probable que se termine con el dólar blend que permitía a los exportadores liquidar el 20% de las ventas declaradas fuera del tipo de cambio oficial.
Pero ¿quiénes o qué determinan el precio del dólar? En primer lugar, los fondos de inversión que tienen títulos de deuda Argentina en pesos que, como defienden Caputo y Bausili, se trata de que no se deprecien. En segundo lugar, las grandes empresas, sobre todo petroleras, que colocaron Obligaciones Negociables en divisas, y otras firmas. Es el ejemplo del grupo Clarín el cual, a través de un crédito de 1.245 millones de dólares otorgado por Telecom (donde tiene fuerte participación accionaria), pudo adquirir Telefónica de Argentina SA. A su vez, los productores, acopiadores y comercializadores agropecuarios exigen un tipo de cambio alto y, finalmente la industria, la construcción, y todos aquellos que venden bienes y servicios al mercado interno, también necesitan un tipo de cambio que haga de defensa natural ante la avalancha de importaciones.
El problema para el ciudadano común es que existe una relación inversamente proporcional entre el precio del dólar y el valor de su salario. Esto es, si el dólar sube, el salario real se cae y, como, pese lo que afirma el Presidente Milei, aproximadamente el 65- 70% de lo que se produce en nuestro país se destina al mercado interno dependiendo de la capacidad adquisitiva del salario, y se vende al exterior básicamente lo mismo que se consume (alimentos y energía), los argentinos entraremos en una recesión que va a ser tan profunda como sea la caída de nuestro poder adquisitivo. Se trata pues, de una recesión provocada por el contexto externo y la devaluación de nuestra moneda. En efecto, dado que la economía nacional es competitiva en sectores productivos que demandan poca mano de obra (hidrocarburos, minería, granos y carnes), lo que se pretende es imponer una mayor flexibilización laboral que reduzca el costo de despedir trabajadores, generando un elevado desempleo a fin de disciplinar a los sindicatos y facilitar, como expresé, los salarios a la baja.
En síntesis
Resulta imperativo que se investigue adónde fueron a parar los 86.200 millones de dólares en que se incrementó la deuda tomada en el gobierno de Macri (de los cuales 44.599 millones de dólares fueron con el FMI), Investigar además, quiénes se beneficiaron con sus, supuestas o reales, deudas con el exterior abonadas durante la gestión de los Fernández y Massa con la compra a precio oficial de reservas internacionales del BCRA por 28.350 millones de dólares, y con la compra de títulos ajustables por inflación o por dollar linked[11]. Finalmente, afirmo que también resulta imperativo investigar el endeudamiento y fuga de capitales sin límite de la actual administración, un problema del que no se habla, ni se trata.
El gobierno de LLA endeuda al país, se beneficia con la fuga de capitales, condena a la pobreza y a la exclusión social a nuestra población, y obliga a pagar su “fiesta” con recursos naturales que pertenecen a todos los argentinos, presentes y futuros.
[1] En principio por noventa días, a fin de poder contar con tiempo para examinar cada caso.
[2] A partir del 5 de abril entró en vigencia un arancel del 10% para todas las importaciones a Estados Unidos, sin distinción entre países o productos, salvo las excepciones específicamente establecidas, como es el caso de los automóviles, acero y aluminio que tiene el 25% desde marzo 2025, incluso es también el 25% en esos bienes para Canadá y México, que tienen un tratado de libre comercio con los Estados Unidos y que no fueron alcanzados para el resto de las mercaderías por los nuevos aranceles fijados el 2 de abril.
[3] Que son efectivas desde marzo de 2025.
[4] En el año 2024 EEUU exportó mercaderías por 2.083.800 millones de dólares, cerrando el año con un déficit comercial de 1.211.800 millones de dólares
[5] En el año 2024 la Argentina importó de los EEUU mercaderías por 6.226 millones de dólares, por lo que se obtuvo un superávit comercial de 229 millones de dólares. Siempre la balanza comercial es deficitaria con los EE.UU. por las fuertes importaciones (reales o ficticias, precios de transferencias) de las empresas norteamericanas en el país, lo demuestra el primer bimestre de 2025 que se tiene un saldo comercial negativo de 89 millones de dólares.
[6] Los commodities, o materias primas, son productos básicos que se usan en la producción de bienes y servicios y que se pueden intercambiar en el mercado. Son bienes uniformes, es decir, no tienen características que los diferencien, y son esenciales para la economía global.
[7] El petróleo Brent es un tipo de crudo que se extrae del Mar del Norte y es el más comercializado a nivel mundial
[8] El Director Ejecutivo de Estados Unidos es uno de los veinticuatro directores que puede votar sobre la estrategia del FMI.
[9] En la década de los 90 fue socio del fondo de cobertura de George Soros y su Director de Inversiones desde 2011 a 2015. Junto a Michael Germino, jefe global de mercados de capitales del fondo de Soros, fundó “Key Square Group”. También fue jefe de recaudación en la campaña de Donald Trump y, para llegar a ser Secretario del Tesoro de los EE.UU., debió vender su participación en el ETF de Bitcoin de BlackRock (IBIT) valuada en 521 millones de dólares.
[10] Adoptada en 1868, la decimocuarta enmienda a la Constitución de Estados Unidos, establece que su deuda pública de no puede ser cuestionada. Esto significa que los gastos ya aprobados deben pagarse.
[11] Son títulos públicos que se ajustan por el precio del dólar oficial y que se benefician con la permanente devaluación de nuestra moneda y están protegidos si el tipo de cambio se acrecienta aún más.
Imagen de portada: Sergio TOMATIS BUFFA, De la serie El enmascarado no se rinde. Falso dibujo litográfico, 1986 (Archivo Carlos Casal).